En Nueva York los consiguieron el año pasado, y pronto también Massachusetts y Colorado presentarán sus propias propuestas
Por Viji Sundaram, New America Media
San Francisco, California-- Maria Tupas trabajaba para una mujer mayor de edad en Hercules, California, quien le dijo que tendría que estar de servicio 24 horas al día 7 días a la semana. Maria Fernandez cuidaba a una mujer con discapacidad en el area de la bahía, pero dijo que nunca se le dio tiempo de descanso y nunca se le permitió salir de la casa.
Sin ningún equipo de protección, Lourdes Pérez se vio obligada a limpiar alrededor de siete casas cada día con fuertes productos químicos que a menudo le daban la sensación de asfixiarse. Otra mujer contó que trabajaba para un hombre ya mayor que dormía durante el día y que la perseguía por toda la casa por la noche.
Las mujeres, todas inmigrantes en el area de la bahía, y algunas de ellas indocumentadas, declararon el 27 de mayo ante un Tribunal de alto poder de Derechos Humanos de Trabajadores Domésticos de cuatro miembros en el edificio de la oficina del estado de California Hiram W. Johnston sobre el sufrimiento que tuvieron que soportar durante años a manos de sus empleadores como niñeras, cuidadores de ancianos y trabajadoras domésticas.
"Estas trabajadoras carecen de tantos derechos básicos y viven altos niveles de abuso -verbal, físico y sexual- en sus puestos de trabajo", dijo Juana Flores, co-directora de Mujeres Unidas y Activas, una organizacion de base de mujeres inmigrantes latinas que promueve la justicia social y económica. Flores, inmigrante de Mexico, dijo que fue maltratada por su empleador en su primer trabajo en los Estados Unidos como niñera indocumentada.
Con alrededor de 200 mil tan sólo en California, las trabajadoras domésticas se ven especialmente afectadas porque son una fuerza de trabajo mayoritariamente de inmigrantes y mujeres que laboran fuera de la vista de todos en viviendas particulares.
El estado de California está a punto de aprobar una ley que les garantice una protección básica de trabajo, incluyendo días de vacaciones, el derecho a pago de sobretiempo (o tiempo y medio, overtime), compensación por acoso sexual y discriminación en el trabajo, y el derecho de al menos cinco horas de sueño sin interrupción cada noche.
La Ley de Derechos para las Trabajadoras de Casa de California (AB 889), del asambleista Tom Ammiano, fue discutida en la Asamblea del Estado el 2 de junio y se espera que salga ante el Senado la próxima semana.
En los últimos años, las trabajadoras domésticas de California, en su mayoría inmigrantes de América Latina, han formado un colectivo para exigir protecciones laborales. Envalentonadas por la decisión del año pasado del estado de Nueva York de pasar una ley de derechos para los trabajadores domésticos, las trabajadoras de California han impulsado una legislación similar a través de manifestaciones y protestas.
Aunque mucho de lo que exigieron se ha incluido en el proyecto de ley de Ammiano, disposiciones vitales como días de descanso por enfermedad pagados, previo aviso de 21 días antes de la terminación, protecciones conforme a Cal OSHA y el costo anual de gastos de subsistencia han sido quitados del proyecto de ley.
Mecke Quintin, director de comunicaciones de la oficina de Ammiano, sostuvo que hubo que negociar ciertos términos, porque el proyecto de ley tenía un "costo fiscal, así como oposición". La mayoria de proyectos de ley, explicó, con "un costo aun menor que la AB 889" nunca salieron de la comisión. "El hecho de que fuimos capaces de aprobar AB 889 en la Asamblea a pesar de esos retos es una victoria para todos los involucrados, especialmente las trabajadoras", dijo Mecke.
Massachusetts y Colorado están considerando proyectos de ley similares.
Los trabajadores domésticos, como los trabajadores agrícolas, han sido excluidos de las protecciones laborales redactadas en la década de 1930 por el New Deal, por lo que hace que estos trabajadores sean altamente vulnerables a la explotación, señaló Marci Seville, profesora de derecho en la Universidad Golden Gate y directora de la Clínica de Derechos de Empleo de la Mujer. Entre otras formas de privación, "Las trabajadoras domésticas que viven en un hogar particular no tienen derecho a sobretiempo y al salario mínimo federal", dijo Seville. Las exclusiones se derivan de "la creencia estereotípica de que el trabajo que realizan no es un trabajo real", explicó.
Despues que 10 trabajadores domésticos testificaron la semana pasada en español, los miembros del tribunal -Erika Guevara Rosas, directora regional para América Latina en el Fondo Global para Mujeres, Marielena Hincapie, directora ejecutiva del Centro Nacional de Leyes de Inmigración (National Immigration Law Center), Anne Hipshman, asesora industrial en la División de Cumplimiento de Normas Laborales de la Oficina del Alto Comisionado de Trabajo, y Tho Thi Do, vicepresidente general de Inmigración, Diversidad y Derechos Civiles de UNITE HERE, deliberaron en reclusión por una media hora y escribieron una declaración que se presentará a las Naciones Unidas esta semana.
El 17 de junio, la Organizacion Internacional del Trabajo (ILO por sus siglas en inglés) votará sobre estándares globales para los trabajadores domésticos. "Hay más de 50 millones de trabajadores domésticos en todo el mundo luchando en este momento por sus derechos," 10 millones de ellos en América Latina, señaló Guevara. Si se aprueba, el voto de la ILO "dará a las mujeres de todo el mundo el derecho a trabajar con dignidad", dijo Flores, quien estará en Ginebra durante las deliberaciones.
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