lunes, 4 de noviembre de 2013

Los negros que quieren ser blancos

NOTA: En octubre, el Tribunal Constitucional de la República Dominicana emitió una sentencia por la que revoca la ciudadanía a los nacidos en la República Dominicana hijos de padres haitianos indocumentados, y con retroactividad a 1929. Esto dejaría en un limbo legal a tres generaciones de dominicanos, que según Amnistía Internacional se quedarían sin ciudadanía y sin sus derechos humanos de "libertad de movimiento, de educación, trabajo y acceso a la salud".

Opinión: los negros que quieren ser blancos
Por el Pastor Rolfi Elivo

Ahora no sabemos si somos dominicanos. No ha bastado el racismo imperante en mi país, no ha bastado la gran brecha de desigualdad e injusticia que ha vivido mi patria en los últimos siglos; no ha bastado la discriminación y el abuso a las mujeres, los niños y que no decir de los animales. No creo que haya un dominicano que no sea testigo de algún abuso a alguna mujer. No hay un vecino, un Campeche, un cibaeno o maeño que no tenga una historia que contar de hambre, dolor, abuso y violaciones a los derechos inherentes al ser humano.  

Nos gustaría saber cuál es el objetivo de reformar leyes migratorias sin la consulta y voluntad del pueblo. Con mucha vergüenza y pena leí un artículo que comienza con la frase “EN LA GUERRA, LA VERDAD ES LA PRIMERA BAJA” citando las palabras del senador norteamericano Hiram Johnson hace más de un siglo. 

Me gustaría preguntar al Dr. Juan Miguel Castillo Pantaleón, que quien lo dijo que estamos en GUERRA. Solo un grupo de radicales fascistas dominicanos que solo  quieren  concentrar toda la hegemonía y el poder en una raza especifica la “Blanca” que en República Dominicana no existe, continua sembrando el odio, desprecio y más prejuicio en contra de una nación como Haití que nos guste o no es con Haití que compartimos la isla. 

Parece ridículo que un grupo minoritario de mi país pretenda ahora desconocer la nacionalidad de millones de dominicanos que hemos luchado por y para nuestra patria. Ahora parece ser que se quiere tapar el sol con un dedo cuando después de la sentencia 0168-13, una sentencia que quiero que el pueblo no olvide, ha herido al alma nacional. 

Desde aquí llamo la atención al congreso nacional dominicano, a la junta central electoral y al gobierno dominicano, en especial al Presidente Danilo Medina que de seguro comprende la negativa repercusión que ha generado una sentencia que solo describe sentimientos inhumanos, en contra de un pueblo hermano, para que se haga una aclaración al mundo de las intenciones que llevan a nuestro país a evacuar una sentencia como esta. 

Nuestro país sabe desde hace mucho que tenemos serios y legítimos problemas con los derechos de propiedad en todo el territorio. Son incontables las personas que poseen tierras sin títulos o títulos falsos. Los abusos se cometen por doquier, sabemos de ciudadanos dominicanos que tienen dos y tres cédulas de identidad. Desde hace mucho sabemos de los fraudes electorales donde miles de haitianos votan con documentaciones fraudulentas, hemos hecho todo eso y se sigue haciendo.  

No es esta sentencia que va arreglar el desorden de nacionalidad. ¿cómo vamos a decir en una sentencia que “TODA PERSONA DE PADRES CONOCIDOS TIENE DERECHO A LA NACIONALIDAD DE SUS ORIGENES”? No he leído algo más carente de lógica que esto. Nadie es ilegal, ningún ser humano es ilegal, sólo por ser humano, puede haber una persona indocumentada pero no ilegal. Por lo que todo proceso para documentarse debe estar establecido en nuestro país para cada quien. 

Toda persona que nace en territorio dominicano es dominicano, no importa que sea hijo de alemanes, chinos, haitianos sin documentación. Si nuestra constitución dice otra cosa debiera revisarse. Esta es la posición de la Corporación Hispana de Warwick, NY, que aglutina gran parte de los hispanos de la parte norte de New York. 

Está claro que a pesar de esta sentencia no será posible expulsar masivamente a personas, está claro que a pesar de esta sentencia,  no se va a desnacionalizar a nadie, eso no conviene por el momento, imagínese desnacionalizar al Dr. José Francisco Pena Gómez. Cuando analizamos todo estos aspectos nos damos cuenta que es una sentencia mal intencionada, ilógica, innecesaria y llena de discriminación y racismo.  Por lo que pedimos a las autoridades competentes el revocamiento inmediato de esta sentencia.


Ya la época en la que los negros dominicanos soñaban con ser blancos pasó. Está bien ya de discriminación y abusos por razones de color. Basta ya de falta de respeto y la burla a las personas por el color, eduquémonos. Las leyes dominicanas no deben tener color de piel; todo dominicano debiera ser igual ante la ley. 

Yo soy hijo de una mujer blanca Mocana y un Ilustre morenito de Puerto Plata, por la mezcla soy mulato y me pregunto ¿podré entrar por el aeropuerto dominicano y se me tratará igual que a un blanco? … fue la pregunta que me hizo un dominicano de color abogado que viajó recientemente. Revisemos esta sentencia-ley que afecta el alma nacional.