viernes, 20 de junio de 2008

La Voz en la comunidad


Soy Anaeli. A través de este blog los mantendré informados acerca de “La Voz”. “La Voz” es una revista afiliada al Bard College, publicada cada mes, gracias a las contribuciones de estudiantes y profesores, además de los miembros de la comunidad en general, quienes envían artículos de todo tipo. “La Voz” tiene como principal objetivo el informar a la comunidad acerca de varios temas como consejos sobre cuidados médicos, los derechos legales de la comunidad, y ayuda en el idioma inglés. La revista representa un puente entre las varias comunidades del Valle del Hudson.

El pasado sábado, Mariel Fiori, la editora de la Voz, estuvo presente en el “Midtown Make a Difference Day”, un evento organizado por el Centro Comunitario de Everett Hodge. El Centro Comunitario organiza este evento para proveer información comunitaria, además de actividades para las familias del área. A pesar de la extenuante temperatura, Mariel repartió una gran cantidad de ejemplares de “La Voz” a las familias presentes, varias de las cuales pertenecían a las comunidades mexicanas de Kingston. Este es el tercer año consecutivo en el que “La Voz” a sido parte del evento.


El domingo, “La Voz” visitó el Festival de las Fresas (o Frutillas) de Beacon. El festival reunió a diferentes organizaciones de activistas, además de vendedores de la comunidad. Los visitantes disfrutaron de una gran variedad de actividades, como lecciones gratuitas de hula-hula, música en vivo, y desde luego, de deliciosas fresas. Uno de los presentes en el festival fue Peter Seeger, el famoso cantante de música folk y activista. Seeger ha estado particularmente involucrado en el activismo ambiental que ha contribuido al rescate del Rio Hudson en años recientes. Durante el evento, el equipo de “La Voz”se pudo dar cuenta del alcance e importancia de su trabajo. Varios visitantes se acercaron a la mesa para compartir sus experiencias al leer la revista. En particular, dos profesores, uno del Mount Saint Mary College, de Newburg, y otra del Suny New Paltz, contaron que utilizan la revista como material en sus clases de lengua española.
La próxima semana “La Voz” estará presente en el desfile de la Fundación Internacional del Inmigrante de la Ciudad de Nueva York, así que estén atentos a nuestro blog…


Por Anaeli Sánchez, assistant of admissions at Bard College.

miércoles, 11 de junio de 2008

Concierto de tambores, ¡GRATIS!

Sábado 14 de junio a las 4 de la tarde
en WILLOW KILN PARK, ROSENDALE, NY.


CELEBRATING DIVERSITY IN MUSIC & DANCE
FREE CONCERT IN THE PARK!
With Folkloric Brazilian Band IABAS
4 PM ★ SATURDAY JUNE 14th, 2008
WILLOW KILN PARK, ROSENDALE, NY
The Band will be joined by Birds of a Feather Woodstock Community Drum Ensemble and the Rosendale Community Drummers.

COME AND CELEBRATE THE START OF THE ROSENDALE FESTIVAL SEASON!
www.eldersdrumproject.org
845-658-8747

This project is made possible through a grant from the Dutchess County Arts Council, administrator of public funds through the New York State Council on the Arts’ Decentralization Program.

¡Vivan las alter-rancheras!


Muchos de ustedes han de recular ante la idea de leer de rancheras porque consideran a este género machista, cursi y simplista. La verdad es que muchas de las rancheras encajan en ese estereotipo. Pero hay otras que están muy lejos de ser sexistas, melodramáticas e irreflexivas, y este artículo está dedicado a las cantautoras que han enriquecido y enderezado al género. Y es que gracias a ellas hemos comprendido que la ranchera no es en esencia machista.


La ranchera es un género musical nacido en México a comienzos del siglo XX, marcado por las pasiones de la revolución—sus personajes, lugares, traiciones y amoríos—, y popularizado en los años 50 con la época dorada del cine mexicano. Este es un género más bien flexible: tocada a 2/4 es polca-ranchera (Juan Charrasqueado); a 3/4 es ranchera valseada (No volveré); y a 4/4 es bolero ranchero (Amorcito corazón).
Infortunadamente, la ranchera también es ampliamente inclusiva; puede ser cantada por hombres que invitan al abuso de las mujeres—esta permisividad es un mal del que también adolece el reggaetón, por ejemplo. Además, hay que reconocerlo, la cultura mexicana tiene todavía altas dosis de machismo; esto se puede palpar en las letras de canciones contemporáneas que exudan el racismo, la homofobia y el machismo de la cultura discriminatoria prevaleciente. Sin embargo, este género no es exclusivo a quienes absorben la cultura imperante—hay quienes la confrontan, y hay quienes ni siquiera la toman en consideración cuando cantan.
Chelo Silva era una de estas últimas. “La reina tejana del bolero” alcanzó gran fama entre la década de 1930 hasta la de los años 50, aún a pesar de ser percibida como una muchachita gringa que cantaba rancheras en aquellos tiempos del chauvinismo prevaleciente a ambos lados de la frontera. En su inmortal bolero Cheque en blanco, Chelo nos expresa su decepción para con los hombres (pero que mal te juzgué!/ […] yo te creía tan decente,/ mas te gusta lo corriente/ por barato, yo qué sé?). El modo desdeñoso en que despide a su pareja es una de las más estruendosas bofetadas que jamás hayan interrumpido en seco un bolero (me decepcionaste tanto/ que ahí te dejo un cheque en blanco/ […] en donde dice desprecio/ ese debe ser tu precio.)

“¡me estás oyendo, inútil!”


Ana Gabriel y Paquita la del Barrio han estado continuando esta tradición dentro de la cultura popular. La mexicano-sino-japonesa Ana Gabriel le ha ido quitando reflectores a intérpretes masculinos hasta el grado de volverse indispensable en los palenques feriales. Gracias a su renombre, Gabriel se ha dado a la tarea de condenar al baúl de los recuerdos canciones sexistas, haciéndoles el fuchi.
Mientras tanto, la jarocha Paquita la del Barrio ha hecho una carrera de bajar a los machos de las nubes. Esta intérprete, famosa por el “¡me estás oyendo, inútil!” de sus canciones, saluda así al macho en su célebre bolero Rata de dos patas: “animal rastrero,/ escoria de la vida,/ adefesio mal hecho./ Infra-humano, [etc.]” Al refrán machista “la esposa en la cocina y con la pata rota,” Paquita contesta en Tres veces te engañé: “tú que me dejabas,/ yo que te esperaba;/ […] desgraciadamente,/ hoy fue diferente:/ me topé con alguien, creo que sin querer”.
La chetumalteca-libanesa Astrid Hadad ha estado haciendo un trabajo muy interesante, aunque tristemente no lo ha sabido vulgarizar: rescata canciones políticamente incorrectas y las parodia chusca e incómodamente, evidenciando así las barbaridades de la “lógica” machista internalizada incluso por mujeres y vástagos. En Me golpeaste tanto anoche, Astrid canta con voz ronca y gestos sumisos “pégame en la cara, hiéreme en el cuerpo/ […] hazme lo que quieras, pero dame más dinero”.
Para terminar, quien crea que la ranchera ya murió no se ha dado cuenta que aquí el único féretro lleva el nombre del macho. La ranchera ha sido rescatada por nuestras cantautoras e intérpretes, y se comienzan a ver vestigios de otros grupos, como Venado azul y Lila Downs, que han optado por llevar al género a nuevas fronteras.


Por Fernando Salas desde Guadalajara. Publicado en La Voz, junio de 2008.