lunes, 5 de noviembre de 2007

De licencias y juramentos

El año está a punto de acabarse pero no las noticias que sorprenden y hasta dejan pasmados. A esta altura creo que no debería sorprenderme tanto, aunque siempre resulta un buen ejercicio. Veamos. Desde que a finales de septiembre el gobernador de Nueva York, Eliot Spitzer, anunciara que a partir de este mes enviarán cartas a las personas sin número de seguridad social que tienen su licencia de conducir caducada por culpa de regulaciones de 2003, mucha agua ha corrido bajo el puente, y mucha tinta también.

Sí, como decía en la editorial anterior, esto representa una victoria para los inmigrantes y también para la seguridad del estado e incluso para los bolsillos de todos los automovilistas. Y sin embargo, muchos secretarios de condados de Nueva York, los que en última instancia tienen que otorgar las licencias en los departamentos de vehículos de motor, han manifestado su oposición blandiendo amenazantes las palabras ilegales, que ya es suficientemente peyorativa, junto con, sí, ya saben: terroristas. Esta política de miedo y confusión, o de ignorancia llana, no sólo se manifiesta en este caso.

Hace unos días se armó una batahola tremenda en la escuela secundaria de Kingston porque, como celebración del mes de la Hispanidad y en reconocimiento de la presencia hispana en la escuela, por una semana decidieron recitar el juramento de lealtad en español. Una medida que me parece de lo más sana y loable, a otros, especialmente a algunos padres les resultó antipatriótica y otras cosas que no pienso repetir. Al fin y al cabo el juramento dice " Juro lealtad a la Bandera de los Estados Unidos de América y a la Republica que representa, una nación al amparo de Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos". La parte de "justicia para todos" a muchos se les está pasando desapercibida. ¿Será a propósito? Espero que sólo sea un poco de ignorancia...

Por eso desde La Voz intentamos aportar nuestro granito de lucidez, para tal vez así acabar con tanto prejuicio tonto. Si no me cree, encuentre una copia de La Voz y vealo por si mismo. ¡Y que aproveche el final del año!

Por Mariel Fiori, Directora La Voz
escribalavoz@yahoo.com