martes, 27 de noviembre de 2012

La cultura de la deuda no es de los inmigrantes


Perpleja a los inmigrantes la cultura de la deuda de los Estados Unidos
Por Natalia Osipova, Voices of New York

Traducción de Julieth Nuñez para La Voz

En los Estados Unidos, la cultura de la deuda está tan arraigada que algunos adolescentes obtienen tarjetas de crédito, incluso antes de aprender a conducir.

Esta situación es muy diferente a la manera en la que fue criado Luis Salgado, estudiante de diseño de 19 años de edad, que vive en el Bronx. Salgado, cuya familia emigró a los EE.UU. desde México hace 20 años, dijo que sus "trabajadores" padres nunca tuvieron cuentas bancarias, siempre pagaban el alquiler a tiempo, y a pesar de que no podían calificar para obtener una tarjeta de débito o crédito, nunca quisieron tener una.

"No crédito. Nada de eso", dijo Salgado. "Siempre ha sido efectivo".

Por lo general, muchos inmigrantes no confían en el crédito y tienden a ser más ahorradores y más disciplinados con sus finanzas que los estadounidenses, especialmente en los primeros años de su vida en los EE.UU. Mientras que estos hábitos les han ayudado a mantenerse al margen de la crisis hipotecaria y financiera, además de los problemas que enfrentan muchos estadounidenses en los últimos años, también han traído consigo un lado negativo dejando a algunos inmigrantes "desbancarizados" e incapaces de establecer un historial de crédito cuando solicitan hipotecas o alquilan casas.

Con las tasas de interés en mínimos históricos, los funcionarios del gobierno esperan estimular la economía de EE.UU. animando a la gente a pedir dinero prestado y hacer compras grandes, como casas, automóviles o aparatos electrónicos. Muchos asesores financieros, y hasta los mismos inmigrantes, aseguran que sin importar que tan bajas lleguen a estar las tasas,  no es probable que la mayoría de inmigrantes asuman la deuda.

Sin embargo, estos instintos pueden ayudar a los inmigrantes ascender en la escala económica. Según un análisis hecho por la Oficina del Censo 2005-2007, los inmigrantes han ligeramente bajado los índices de pobreza más que los neoyorquinos nacidos en EE.UU. Según un informe de la Oficina del Contralor en el Estado de Nueva York,  los 10 barrios con mayor concentración de residentes de origen extranjero tuvieron un mayor crecimiento económico que el resto de Nueva York entre 2000 y 2007, además, el mismo informe encontró que el número de inmigrantes que eran dueños de viviendas se duplicó entre 1991 y 2008, y aumentó en casi un 50 por ciento entre 1999 y 2008.

Muchos inmigrantes no tienen tarjetas de crédito y por lo tanto tienden a pagar todo en efectivo, dijo Lauren Lyons Cole, planificadora financiera certificada.

"Cuando vives sólo usando dinero en efectivo, tiendes a tener un montón en tu cuenta de ahorros, para asegurarte de que no te vayas a quedar sin dinero", dijo Cole, que trabaja con clientes de América del Sur, Alemania, Letonia, Rusia, China, Taiwán y algunos países del Caribe. "Eso es un gran punto de partida para el ahorro de dinero, de esa manera puedes ahorrar más y más".

Cole puso como ejemplo la situación de una mujer japonesa que llegó a los EE.UU. para estudiar en la universidad, la cual no construyó ninguna deuda en tarjetas de crédito, y cuando comenzó a trabajar como profesora siguió manejando su vida financiera de la misma manera. A diferencia de los estadounidenses, que en promedio ahorran solo el 5 por ciento de sus ingresos, Cole aseguro que la mujer japonesa ahorró del 20 al 30 por ciento de sus ingresos, suficiente dinero para comprar una propiedad a la edad de 30.

"En mi experiencia, los inmigrantes y los hijos de la primera generación tienden a acumular riqueza mucho más rápido que aquellos en familias que han vivido en los EE.UU. por más tiempo", dijo Cole.

Cole explicó que los inmigrantes están dispuestos a tolerar un nivel de vida inferior al de los estadounidenses endeudados con el fin de alcanzar sus metas de ahorro. "A menudo me impresiono al ver personas que son capaces de ahorrar un 25 por ciento, 30 por ciento o hasta un tercio de sus ingresos", dijo Cole. "Y creo que tiendo a ver ese tipo de tasas de ahorro más probables en los inmigrantes". Además, agregó: "Ellos tienen más probabilidades de ser empresarios y asumir riesgos".

La Administración de Pequeños Negocios de Estados Unidos (United States Business Administration por su denominación en inglés), encontró que los inmigrantes en Estados Unidos tienen casi un 30 por ciento más probabilidades de iniciar un negocio que los no inmigrantes.

Marcos Nagawiecki, empresario de 60 años de edad, de origen polaco-ucraniano, emigró a la edad de 36 años, y comenzó su propio negocio dos años después. Como presidente de una compañía de bienes raíces en Brooklyn, dijo, ha notado que los inmigrantes polacos y ucranianos evitan pedir préstamos bancarios, prefieren tomar prestado de la comunidad, o guardar su dinero "bajo la almohada" como es tradicional en el este de Europa.

Cuando Nagawiecki necesita dinero, prefiere pedirle prestado a sus amigos que a un banco. "Le pido a mi amigo que me preste $ 25.000, y al día siguiente me los trae en efectivo", dijo.

"Es una mentalidad", dijo. "la generación de inmigrantes polacos vieja no cree en el crédito".

Chris Dlugozima, consejero de crédito al consumidor certificado en soluciones de la deuda para la organización sin fines de lucro GreenPath, dijo que el ahorro de dinero en efectivo es típico de los inmigrantes procedentes de países donde los bancos han fallado y la gente ha perdido su dinero.

Es por eso que "bajo la almohada" para ellos es un lugar más seguro donde poner su dinero que en una cuenta bancaria, lo cual no es necesariamente aplicable al sistema bancario de los EE.UU.. Dlugozima explica que en los EE.UU., siempre y cuando la cuenta de banco esté asegurada por la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC, según sus siglas en inglés), los primeros $ 250.000 están "sanos y salvos", incluso si el banco va a la quiebra.

"Pero cuando guardas el dinero en una casa bajo el colchón o algo así", dijo, "si lo pierdes o te lo roban – hasta ahí llego".

Algunos inmigrantes creen que su primer encuentro con el sistema de crédito estadounidense es una experiencia negativa. Bilyana Tosic-Petino, inmigrante yugoslava, contó que tomó un préstamo de $ 10.000 para comenzar un negocio de joyería hecha a mano, poco después de su llegada a los EE.UU. hace 13 años.

Pero Tosic-Petino, de 40 años, no entendía cómo funcionaba el mercado local, y durante mucho tiempo estuvo invirtiendo dinero prestado en una tienda que no tenía ventas.

"El dinero es una cosa maravillosa, pero puede llegar a dominarte", dijo. Le tomó cuatro años pagar sus préstamos. Hace seis años comenzó una nueva compañía de joyas con sede en Brooklyn, plumas Falcon, que todavía está en el negocio, pero ella dice que sigue siendo cautelosa en cuanto a los préstamos.

Contrariamente a las expectativas de muchos inmigrantes, sin embargo, dejar de lado por completo la deuda puede limitar su capacidad para prosperar en los EE.UU. No tener deuda o crédito no significa que usted tiene buen crédito, dijo Kristen Euretig, planificador financiero certificado. Euretig trabaja para Brooklyn Cooperative Federal Credit Union, donde imparte clases de finanzas personales en inglés y español.

Cuando la gente dice "mi crédito está limpio, no tengo nada", la mayoría de los propietarios estadounidenses piensan que no tener un historial de crédito es igual a tener muy mal crédito. El historial de crédito sirve como prueba de que una persona puede pagar sus facturas a tiempo, si un cliente no puede demostrar esto en papel, el propietario tiene razones para dudar de su capacidad para pagar el alquiler.

El mal crédito, al mismo tiempo, invita a una gran cantidad de conceptos erróneos. Euretig cuenta que un cliente  joven le dijo que pensaba que tenía mal crédito porque siempre le negaban los préstamos que solicitaba.

"El problema fue que simplemente nunca se había establecido su crédito", dijo.

Para la primera generación de estadounidenses, aprender a navegar el sistema de crédito puede ser un desafío cuando sus padres les recomiendan evitar a toda costa las deudas. Herman Hernández, de 48 años, propietario del Centro de Greenpoint Toy, dijo que sus padres, que se trasladaron aquí desde Puerto Rico, no tenían ninguna deuda y le enseñaron a "vivir dentro de su presupuesto".

"Si te ganas un dólar, debes gastar 50 centavos y guardar 50 centavos", dijo Hernández. "Eso es lo que yo creo".

En sus 20s, Hernández obtuvo su primer préstamo para comprar un automóvil, y unos años más tarde sacó una hipoteca. Como su familia no tenía ninguna experiencia con el crédito, Herman aprendió a manejar la deuda por su propia cuenta, asegurándose que su puntaje de crédito se mantuviera por encima de 700.

Para comprar su negocio hace ocho años, Hernández aprovechó la equidad de su casa, y logró pagar el préstamo en cinco años. Su incursión en el sistema de crédito estadounidense ha dado sus frutos, dijo Hernández.

"En comparación con lo que mis padres tenían, tengo dos coches, una casa, y más para proveerle a mis hijos", dijo. "Hasta cierto punto, estoy viviendo el sueño americano".

Pero Euretig dijo que la experiencia positiva de Hernández con la deuda es una excepción y no la regla. Durante su trayectoria, ha visto estadounidenses en uno de los dos extremos. Algunos evitan la deuda por completo y terminan "no bancarizados o sub-bancarizados", dijo. Mientras "el otro extremo se sobre extiende y se tiran por la borda en deudas".


miércoles, 14 de noviembre de 2012

Romney y republicanos le dicen ¡adiós! al voto latino


CARTA AL EDITOR

Romney y republicanos le dicen ¡adiós! al voto latino

Por Rubén Estrada,
Chairman, Latino National Republican Coalition of Orange County, New York

Mitt Romney perdió el voto latino por negligencia y falta de una estrategia acertada. Los sondeos de opinión indican que el candidato republicano difícilmente inspiró confianza en la comunidad latina. Por eso entre el 70 y 75% de los latinos optaron por Obama.

La perdida de popularidad de Romney entre los latinos se remonta a las elecciones primarias. En debates con otros candidatos del partido Republicano por la nominación del partido a la presidencia, Romney reveló una estrategia de inmigración cruel al afirmar que los inmigrantes se deportarían a si mismos al no encontrar trabajo por la mala economía y falta de permisos.

La política inmigratoria de Romney buscaba ser neutral para no perder ni el voto latino ni el voto blanco anti-inmigración, y solo logro mostrar insensibilidad y falta de aprecio hacia nuestra comunidad.

Romney solo se dio cuenta de las consecuencias de su mala estrategia inmigratoria durante las elecciones generales cuando el presidente Obama otorgó permisos de trabajos por dos años a millones de indocumentados. En su desesperación, Romney se retractó al decir que de ser electo presidente no revocaría la decisión del Presidente Obama. De esa forma Romney evitaría que los inmigrantes se auto deportaran.

En ese momento Romney y los republicanos le dijeron adiós a la esperanza de ganar el voto latino aunque fuese por una diferencia apretada. El seis de Noviembre los latinos le dieron la espalda al candidato Republicano en mayor medida de lo esperado.

Varias encuestas sugieren que el voto latino hubiese sido suficiente para derrotar a Obama en varios de los estados que Romney perdió. En estados como Nevada y Colorado el voto latino fue ganado por Obama por más del 80%. En Virginia, Florida y Ohio, el voto latino pudo haber dado el triunfo a Romney.

La importancia del voto latino es incuestionable, y por esto, el partido Republicano debe reevaluar considerablemente sus estrategias políticas en materia de inmigración y su estrategia hacia la comunidad latina.

El partido Republicano debe proponer una reforma inmigratoria sin caer en las promesas vacías de permisos de trabajo temporales y amnistía del Presidente Obama y los Demócratas. El presidente Obama solo alarga el sufrimiento de los latinos indocumentados al no dar soluciones definitivas, y que solo le sirven a los Demócratas para ganar las elecciones.

Solo un latino puede proponer, con credibilidad, una reforma inmigratoria sensible para su comunidad. El partido Republicano debe promover más candidatos latinos a cargos públicos. Solo así podrá ganar el voto latino.

A la comunidad latina también hay que mostrarle corazón y no números para ganar su voto. No se puede seguir refiriendo al voto latino con porcentajes y estadísticas como si fuésemos trofeo político. La comunidad latina es sensible y merece un trato más humano por parte del partido Republicano.

Todos los latinos conocemos un amigo o familiar que esta en este país sin documentos y sabemos del sufrimiento que viven por la incertidumbre que su situación inmigratoria les causa. La política inmigratoria de Romney fue muy dolorosa para los tantos millones de latinos que aman a este país de inmigrantes y se aferran a él a pesar de no tener documentos de inmigración.

La nueva realidad es que el voto blanco no es suficiente para que los Republicanos ganen elecciones presidenciales. El voto latino es crucial y solo será ganado por los Republicanos si estos diversifican sus candidatos y adoptan políticas sensibles que reflejen el nuevo perfil demográfico de la nación.

-Rubén Estrada también es Chairman, Latino National Republican Coalition of New York State

Latino National Republican Coalition (LNRC), Fundada en 2009, es que una organización de líderes republicanos guiados por valores conservadores, que apoyar la supremacía de la Constitución de los Estados Unidos como el principio de la República y el apoyo de la misión y objetivos del partido republicano de los Estados Unidos de América rectores cada Estado republicano. La LNRC se ha comprometido a desarrollar y mantener una circunscripción electoral republicano Latino a través de la contratación, extensión y educación multicultural y compromiso para promover los ideales tradicionales de la democracia estadounidense, valores, libertad, empresa de libre mercado y gobierno limitado.